02 junio 2008

LOS 7 ENANITOS: PARTE 2

Érase que se era un pequeño duende nacido en la ciudad del amor de procedencia filipina llamado Hervé. Los primeros tres años fueron muy divertidos pero cuando el duendecillo empezó a ir al colegio experimentó que cuando le llamaban para salir a la pizarra la tiza a su lado parecía una placa de 10 kilos de cocaína.



Sus familiares un poco alarmados por su tamaño decidieron poner remedio: dado que su padre era un cirujANO de prestigio intentaron engrandecerlo con métodos un tanto dolorosos y cavernícolas. Después del fracaso el duendecillo quedó gravemente trastornado y en la pubertad la aparición de la pelusilla del bigote , su parecido con Maradona y las hostias de sus compis del cole acabaron de perturbarlo así que grabó algunas canciones de mal gusto.

Se dedicó a la pintura y a la fotografía, de hecho parece que era bastante bueno y fue el pintor más jóven en exponer en el museo de Bellas Artes de París (o eso dicen en la wikipedia de los huevos). Una noche se pegó un kurdel y se lió a navajazos con sus obras, más que los otros cuadros el que realmente recibió fue un autorretrato. Empezaba a despuntar como psicokiller en potencia.

Pasado un tiempo, el escándalo se olvidó y él huyó a Nueva York a probar fortuna como actor. Como allí no lo conocía ni dios seguramente empezó haciendo pelis porno gays de serie B, puede que en el papel de enanito pollón, aunque no hay referencias que lo confirmen. Donde sí está confirmado que apareció es en una comedia de mafiosos donde compartió escena con un todavía desconocido Robert De Niro y posteriormente en una de las primeras de Oliver Stone (Seizure), una bazofia de terror en la que hace de demoníaco enano llamado Spider.


No era un mal principio y siempre era mejor que las pelis aceiteras, pero lo mejor estaba por llegar. En la peli de Bond "El Hombre de la Pistola de Oro" algún guionista cachondo pensó que nuestro hombrecillo filipino podía encajar en algún papel, nada menos que en uno hecho a medida. Interpretó a Nick Nack, un maléfico y silencioso tipo que intentaba pulirse al nefasto agente Roger Moore ayudando al genial Cristopher Lee (Saramaga).

En el rodaje empezó a evidenciarse que el pequeño Hervé era un salido y un pajillero, parece que incomodó un poco a las "chicas Bond" a las que acosaba y declaraba su amor constantemente. Una de ellas era Britt Ekland y la otra Maud Adams por lo que el ego del duendecillo andaba por las nubes por mucho complejo que fingiera tener.




La fama de acosador no impide que su coleguita, el productor Aaron Spelling (el capullo que enchufó a su hija en Sensación de Vivir), le enchufara a él en un capítulo piloto de una serie de mierda llamada Fantasy Island que fue un éxito y llevó a nuestro tajarinas diminuto hasta lo más alto en su papel de Tatoo siendo nominado incluso a un Globo de Oro.

Se metía 25mil dólares de la época por capítulo y se casó (por fin) con una tiparraca florero que hacía papeles secundarios en películas de mierda. Se compró un rancho y apenas decía más de 10 palabaras en todo el guión. Su frase más famosa pasó a ser la que decía en la intro de la serie, algo así como "Da plane, da plane" indicando que se acercaba un avión con pasajeros a la isla que él, y una especie de Arturo Fernandez a la americana, regentaban. Pero la codicia le llevó a mandar a su mujer a la mierda y separarse de ella a la par que a pedir un aumento de sueldo para cobrar lo mismo que el falso Arturo Fernandez (Ricardo Montalbán). Los de la ABC lo mandaron a tomar por culo y la serie se fue al mismo sitio.





Sumido en el anonimato, el crecimiento de sus órganos y la desolación, el duendecillo Hervé se tira definitivamente al alcohol y se clava dos botellas de vino cada noche, aproximadamente un 70% de su líquido corporal, pierde su rancho y se va a un piso de alquiler. Se casa y se divorcia otra vez y tiene la mala suerte de cruzarse con otro psicokiller que sabe que necesita dinero a toda costa.

Un joven Javier Gurruchaga que acaba de dejar La Bola de Cristal para tener programa propio lo hace traer a Viaje con Nosotros disfrazado del que sería su nombre de por vida: FELIPÍN. La parodia del entonces presidente socialista hace subir la audiencia como la espuma (solo había un canal...) y Gurruchaga viviría de las rentas el resto de su periplo televisivo para maldición de los espectadores.


A principios de los 90, en mini-filipino necesita 20 pastillas para no notar el dolor de su cuerpo conteniendo órganos de tamaño normal y para ganar cuatro chavos acepta hacer un anuncio de mierda para Dunkin Donuts con su famosa frase de Fantasy Island como reclamo. Se echa una novia con la que conviría hasta que una medianoche cogió papel y lápiz y escribó una nota para su familia cagándose en sus muertos por hijosdeputa y dejarlo tirado. Después salió al jardín de su piso y se metió un tiro en el pecho.


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