22 mayo 2006

FREAKS ON SAN ANDREAS (CHURRY)

Después de sufrir con el macro reportaje de Gee y su tipología de los héroes en el subgrupo de E.G.M.C.S.H.M (totalmente aceptado) va siendo hora de retomar el periodismo de calle.

Creo que fue en uno de los primeros artículos de este blog donde me retraté con un gran freak en NYC pues no hace falta irse tan lejos para que sea superado. En la cuna del Jarlem, San Andrés, tenemos otros inverosímiles personajes.

Nunca habéis tenido ganas de merendar unas cortezas de cerdo o unas ruedas?
Nunca habéis pasado por delante de una churrería con toda la taja de la noche anterior y el olor ha hecho que tengáis ganas de comer algo para reducir el promedio de alcohol en sangre?


Si es así conoceréis a Churry, un hombre que aguanta los improperios de todos los tajarinas que llegan de fiesta cada fin de semana sin despeinarse.

A su favor añadiré que proporciona cantidades nucleares de azúcar (quieras o no) sin subir el precio por churro y que por mucho que le digas o le hagas él es amable (siempre que no seas policía). Aguanta que le enseñes los gallumbos, que le imites e incluso que le astilles los chicles.
Antes de irte te despedirá con el cambio e, ineludiblemente, con las gracias.


En su contra decir que el aceite de los churros lo genera a base de tocarse las pelotas y que, desde que le quitaron la fuente de delante, no ha vuelto a lavar los instrumentos de cocina.
También que si quieres ir rápido al comprarle algo vas listo, nadie te libra de un tostón de 5 a 10 minutos.



Todo un especímen al que el tiempo no puede desgastar y que ondea el rótulo de neón con los nombres de su señora y de su hija.

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