16 agosto 2006

Fenómenos para anormales.

Maldito verano. En estas fechas ocurre lo de siempre: calor, sudores, desgana, aburrimiento, desidia…pero lo peor, sin ningún tipo de duda, es que cambian la programación de la tele.
Antaño uno deseaba que llegara la programación veraniega para evadirse un poco. Veías tus peliculillas por la mañana y tus dibujos por el mediodía.
Hoy, la programación de verano es una puta basura, más que nada porque apenas cambia: siguen habiendo los malditos programas del corazón, la teletienda, los concursos de siempre y demás mierda.
Pero lo que más jode es que los programas que aún se pueden tragar mínimamente acaban la temporada y no vuelven hasta el otoño. No continúan…y se echa de menos. No pondré una lista de lo que debería continuar. Sólo hablaré de un programa que deberían dar SIEMPRE, ya sea por lo bueno que es (que lo es), o por lo malo que es (que lo es más). Hablamos de Cuarto Milenio, el programa para anormales por antonomasia de la TV. En este show, nuestro amigo Iker Jiménez, o como ya le llaman por ahí Friker Jiménez, justo a su estrásbica esposa, nos suelta a bocajarro una cantidad de reportajes del misterio que no dejan indiferente a nadie. Todo el mundo sabe que soy un apasionado del mundo paranormal ( de hecho hasta he vivido algún que otro episodio, y uno en concreto con los chicos Jarlemeros) pero hay cosas que sobrepasan mi límite de creyente de lo oculto y aquí estamos para hacer un artículo de lo que no te puedes creer ni siendo el mismísimo Fox Mulder. Empecemos:

El fantasma de tres solteros y un biberón:
Uno de los mayores truños de la historia de lo extraño. Para los que no lo recuerden: en la película susodicha, en un plano en el que sale hablando el protagonista, detrás de las cortinas de una ventana sobresale la silueta de un niño que, según cuentan los inquilinos que vivían en dicha casa, pertenece a un crío que murió trágicamente pegándose un tiro por accidente con la escopeta de su padre. Además, si le dais al pausa mientras aparece, se adivina la silueta del fatídico rifle encima de una mesa o un sofá, no lo recuerdo.
Este asunto ha sobrepasado límites insospechados. Ha aparecido en libros y programas como la evidencia más clara de la existencia de fantasmas entre nosotros. Todo el mundo la ha comentado alguna vez con los colegas en las típicas reuniones gastroalcoholicas y se lo ha creído a pies juntillas.
Pues no. Es más falso que la heterosexualidad de Rajoy. La explicación es tan tonta que algún parapsicólogo debería coger una soga y colgarse para dejar de decir tal mentira. Resulta que hace unos años se editó en Yankilandia una edición especial en DVD con escenas eliminadas de la película. En una de ella, se ve como a Ted Danson le regalan una figura de cartón de él mismo anunciando no se que chorrada. Al amigo no le gusta demasiado y lo deja junto a la ventana y Tachán, ya tenemos el fantasma del niño: Un puto cartón de metro y medio con la foto del subnormal de Ted Danson.
Y respecto al plano de la escopeta, ná de ná. Le he dado al pausa, lo he ampliado y no se ve una puta mierda. Seguro que quién lo ve es le típico chalado que ve a su madre en una mancha en las tarjetas esas que enseñan los psiquiatras . Una mentira menos.

El cadáver de Bosaica:
El 5 de mayo de 1988, cerca de Santiago de Compostela, apareció el cadáver destrozado de un joven atropellado en la vía del tren. Cuando la policia registró el cuerpo, sólo encontraron dinero y nada más. Ni identificación ni nada. Las pesquisas policiales se centraron el identificar al chaval, pero fueron en balde. Pidieron la colaboración de la ciudadania pero nadie sabia quien era. El chico no existia, por lo tanto una de dos: O no era de este mundo o pertenecía a otra dimensión paralela. Al venir de dicha dimensión, apareció en la via del tren y como no sabia que era, lo atropellaron. Absurdo.
Iker lo ha publicado en sus libros y lo ha puesto en el programa como si fuera un misterio de la humanidad tan importante como las pirámides. Y la verdad es que no tiene nada de misterioso.
El chico tiene las orejas lisas, sin circunvoluciones, y los dientes afilados. Además, cerca del lugar del accidente, se encontró hecho con piedras una serie de círculos dentro de círculos.
Todo esto es una prueba irrefutable para Iker de que la verdad esta ahí fuera.
Tío, la verdad está en tu puta nariz y no la quieres ver:
El chico tiene rasgos de ser un disminuido mental. En la historia existen millones de casos de personas que han mantenido escondidos a sus hijos en casa, encerrados en habitaciones, porque han nacido con algún tipo de malformación o disminución psíquica. Es por eso que el chico no tiene identificación. Una vez crecido, los cabrones de sus padres lo abandonaron con dinero y que se espabilara.
Como es que nadie lo conocía? Sencillo, porque nadie lo había visto nunca. Lo tenían encerrado y una vez encontrado el cadáver, sus padres no dijeron nada para no ir a la cárcel por abandonar un disminuido.
Respecto a las figuras de círculos de piedra hay una explicación natural. Existen una serie de ejercicios de relajación para disminuidos, uno de los cuales resulta hacer figuras circulares. Los padres, a pesar de ser unos malditos cabrones, tuvieron la decencia de educar al pobre chico y enseñarle algunos trucos. Esto lo explicó un Psiquiatra en su programa y Friker pasó de él como de la mierda. Increíble.
Tio, no viajó desde otra dimensión, tenia dinero español, vestía con tejanos y bambas y llevaba un puto reloj Casio.

Estoy cansado. Prometo segunda y tercera parte dedicados a lo paranormal: No hablaré de Iker no sea que me meta una demanda.

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